Meditaciones para la Passio Domini Tomo III

978-958-99871-5-5

958-99871-5-X

Orden de la Santa Cruz

Impreso

Andreas Dankl

2014-09-14

1

n/d

Español

Época de pascua

n/d

20000.00

256 pgs.; 16,5 x 12 cm.; Tapa blanda o bolsillo;

P. Andreas Dankl ORC: Meditaciones para la Passio Domini, Tomo III, Pascua.
Recensión: Este es el tercer tomo de la colección “Meditaciones para la Passio Domini” del P. Andreas Dankl ORC. Los tomos I y II ofrecieron textos para la contemplación de la Pasión del Señor en los tiempos de Adviento/Navidad y Cuaresma.En la Orden de la Santa Cruz, la “Passio Domini” está en el centro de la espiritualidad; así, durante el año entero, no solo en la Cuaresma, los jueves a la noche y los viernes meditamos ese misterio de amor y nos unimos al Señor exactamente en el culmen absoluto de Su amor, para el cual fue fortalecido por parte del Padre a través de un Ángel (cf. Lc 22,43). La unión con Jesús en el misterio de Su amor expiatorio es, de nuestra parte, una cuestión de amor: amor para con Él y para con los hombres que necesitan de ayuda para su salvación. Sin embargo, alguien podrá objetar: “Concuerdo con todo eso; pero ¿cómo meditar en la Pasión de Jesús en Pascua? Parece inoportuno, fuera de tiempo”. Ciertamente, la “Passio Domini” (como ejercicio de piedad) asume características diversas en conformidad con el respectivo tiempo del año litúrgico. De este modo, la “Passio Domini” en el tiempo de Pascua,especialmente en la primera semana, tiene un cuño diferente de
aquella del tiempo de la Cuaresma. Pero siempre es el mismo Salvador Jesucristo en el misterio de Su amor, presente en toda Su vida, solo que Él lo llevó al auge en Su sagrada Pasión. La gloriosa Resurrección y Ascensión de Jesús, ¿qué son sino el fruto y la manifestación de Su victoria de Redentor a través de Su amor crucificado? El Señor resucitado nos da la salvación en virtud de Su Pasión y muerte en la Cruz. Que las meditaciones y oraciones de este libro ayuden a muchas personas a llegar a la esencia de la “Passio Domini”, a saber: a la unión personal e íntima con el Señor Jesucristo en Su acto supremo de amor,para la salvación y santificación de muchas personas, especialmente los sacerdotes, y para la mayor gloria de Dios nuestro Padre.
Roma, P. Dr. Nathanael Thanner ORC